LA EUCARISTIA

Jesús es tan grande y poderoso que puede estar en varios lados a la vez, y puede estar en la hostia consagrada pues a querido quedarse con nosotros.

Jn 6, 51  Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

“yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”, utiliza el verbo ser, estar YO SOY.

Jn 6, 47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.

 Antes de decir que es el pan dice y antes de darnos el discurso, está preparando el terreno pues él sabe que a muchos les cuesta creer pues es tan difícil de creer para darle paso a la  Fe.

“En verdad les digo el que cree tiene vida eterna”

Jn 6, 45 Está escrito en los profetas: = Serán todos enseñados por Dios. = Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.

“Está escrito en los profetas” ya los profetas lo anunciaron y hoy se cumple, “serán todos enseñados por Dios”= el que les está hablando es Dios y si es Dios el que está hablando que  hay que hacer el en 47? =Creer

¿Y qué tenemos que creer?= 51 él es el pan vivo.  

Seguimos con Juan…

Jn 6, 51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

“Si uno come de este pan, vivirá para siempre”

 Analizamos Jn 14,6 “Le dice Jesús: « Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”.  Si él es  la vida y dice que el que come de este pan  vivirá para siempre, pues si lo como vivirá para siempre.

Tenemos que creer a Jesucristo y no a los hombres (protestantes) que dicen eso es mentira

 Jn 6, 51 “y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.”

52 Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

 53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

Si Ud. se mete de protestante lo engaño el diablo pues no tendrán vida pues él es el camino, la verdad y la vida.

El que si cree vivirá pues no es lo mismo ser católico que ser protestante pues los católicos ADORAMOS a Jesús oculto en el pan pues el pidió que creyéramos que es su cuerpo y su sangre.

   54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.

   55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.

   56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.

   57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.

   58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»

Jn 20,24

Nos dice como reconocerlo a un que no veamos nada. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»

    25 Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.»

No debemos ser como Tomas ver para creer, pues así no es.

   26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.»

   27 Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.»

Jesús le reclamo a Tomas, cuando una persona no quiere creer esta lastimando el corazón, la herida el costado de Jesús

Para los hermanos que no creen dejen de negar porque no ven nada y cree.

   28 Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» Después Tomas lo adora

   29 Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.» felices los que creen y no ven hay que tomar conciencia de la presencia de Dios en el sagrario.

Jn 6,56

   56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.

Después de comulgar (la común unión) una unión entre Dios y yo, es una oportunidad que Dios nos regala pues un día podremos participar con los ángeles, con los santos y que algún día estaremos en el banquete de vida eterna en la boda del cordero.